Ya está en marcha el trámite de la amnistía confeccionada a medida para Puigdemont, su clan de fugados, de los CDR y Tsunami Democràtic. Todos ellos han sido revestidos por el Gobierno de un halo protector que les hace intocables ante los gravísimos delitos que cometieron. Y sin ceder en nada.
Lo que ha cambiado el cuento en este país. Les recuerdo que hace un año, ser aforado, es decir, que tus delitos solo pudiera juzgarlos el Supremo era para Sánchez un privilegio intolerable que había que revocar. Ahora, perdona delitos a cambio de nada por el bien de España.
No se si veremos cosas peores como dijo Page. Pero de la mano de la amnistía va la condonación de la deuda de Cataluña, la financiación autonómica privilegiada y esta misma mañana el traspaso de Rodalíes. Dinero y más dinero para contentarles.
Medidas que privilegian a unos frente a otros aunque traten de llamarlas progresistas. No lo son... como no es el independentismo que si se ve algo es más alto, más guapo y más listo que el resto de los españoles a los que consideran una carga insufrible.