El gasto en la cesta de la compra subió casi un 12% en mayo respecto a 2022. Esta es la letra pequeña de las cifras de IPC dadas a conocer esta mañana. Es cierto que los precios en general y de media han moderado su escalada, que ya no suben a un 18% porque la energía ha bajado mucho.
Los alimentos suben "sólo" un 12%. La ministra Teresa Ribera se ha apresurado a decir que lo peor de la crisis ha pasado. Quizá algo aventurado. Primero porque el BBVA se une esta mañana a las instituciones que confirman que sí, que quizá este año las cifras se contengan pero que el año que viene la economía va a presentar claros signos de ralentización.
Y segundo, porque va a ser difícil convencer a los españoles de que pagar por los alimentos un 12% más que hace un año es un síntoma de mejoría. No hace falta más que ir a comprar para dudar del entusiasmo gubernamental que tan rápidamente sacan a pasear.