Los "trágala" en política suelen digerirse mal. Yolanda Díaz dio por hecho que el acuerdo firmado con patronal y sindicatos se lo iban a bendecir los socios de Gobierno sólo porque ella es de izquierdas y la mayoría de los que sustentan al ejecutivo, también.
La ideología no es suficiente para que ERC, BILDU, el BNG o la CUP aprueben el acuerdo porque se les queda cortísimo ante su electorado. Y seguir sacando votos les resulta bastante más importante que hacerle la campaña a una vicepresidenta muy preocupada por el curriculum que pueda presentar en próximas convocatorias electorales.