Por primera vez en la historia de la democracia, conflicto institucional entre las dos cámaras que constituyen las Cortes Generales. El Senado, de mayoría popular, le exige al Congreso en el que rigen el gobierno y sus socios que retire la ley de amnistía por inconstitucional. Ambas representan la soberanía nacional. Y las dos son ahora mismo el espejo de un país partido por la mitad.
No deja de ser irónico que lo que parta al país en dos es la norma que, según Sánchez, pretende la concordia en Cataluña. Supuesta reconciliación en una parte a costa del enfrentamiento radical del total de los representantes del Estado.