El bolsillo es poderoso y hace extraños compañeros de cama. Biden necesita un flotador con petróleo y le pone ojitos a Nicolás Maduro, que, por otra parte, se deja querer.
Rusia amenaza con cortar el gas a Europa y Europa le responde que dejará de comprarle crudo. Moscú se quedaría sin 260 millones de euros diarios. Grandes operaciones políticas y económicas en manos de unos pocos con consecuencias para miles de millones personas.
Hasta saber si el pergeñe de estrategias económicas da fruto, los ucranianos siguen luchando por esquivar las bombas y la falta de alimentos y medicinas y el resto de ciudadanos del mundo occidente haciendo cuentas porque llegar a fin de mes es ya labor de titanes.