Primero la amnistía a los condenados por el procés. Ahora, desmontar la sentencia de los ERES desde el Constitucional con la firma de una condecorada por el gobierno, un ex ministro, y una asesora de Moncloa.
El manoseo de la justicia por parte del ejecutivo es insufrible. Primero nos obligaron, como Estado, a pedir perdón a los condenados por sedición. Ahora se va a proceder a borrar una parte de las condenas de los ERE para que buena parte de los afectados se libren.
Uno y otro caso, no sólo tienen en común la injerencia política en el judicial. Comparten que en ambos el muy progresista gobierno del PSOE ha consentido o va a consentir que se evaporen las condenas a los que malversaron. Es decir, que se volatilicen las penas para los que se llevaron o hicieron mala gestión del dinero público.