Elena Gijón: "Miguel Ángel Blanco no es sólo un nombre; es un emblema de una sociedad"
Veinte años han pasado del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Veinte años del espíritu de Ermua, de la unión de un país convencido de que ETA debía pagar por aquello. Y pagó con su desaparición gracias a la presión social y ciudadana. Es verdad que el matonismo siguió algún tiempo, que los que buscaban nucas pretendieron justificarse torciendo el relato de lo sucedido. Pero no lo lograron. Miguel Ángel Blanco no es sólo un nombre. Es un emblema de una sociedad. Por más que ahora algunos como el ayuntamiento de Madrid y excusados en no diferenciar entre las víctimas, quieran hurtarle un homenaje.