El juez cita a Pedro Sánchez para que declare como testigo en la causa que investiga a su esposa por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Ahora se le abren al presidente del gobierno algunas opciones. Primera, declarar sin más problemas para que no parezca que tiene algo que ocultar. Segunda y según la ley de enjuiciamiento criminal podría esquivar su declaración alegando que no tiene por qué declarar en una causa contra su esposa. O incluso, podría valorar la posibilidad de presentar su dimisión que es exactamente lo que él pidió a Rajoy cuando el entonces presidente del gobierno fue citado como testigo en la causa Gürtel.
De las tres posibilidades, evidentemente esta última es la menos probable aunque haya sido la única que ha defendido el propio Sánchez.