Procrastinar: dejar para mañana, aplazar una obligación. La palabra es tan difícil de pronunciar como de erradicar en la conducta pública. Desde 2015 sabemos que en cualquier momento el Constitucional iba a a tumbar el impuesto de plusvalías porque no siempre la venta de un inmueble genera beneficios. Ni el Ejecutivo ni el Legislativo han movido un dedo para cambiar la ley. Además el Gobierno se ha comprometido con Europa a una reforma del mercado laboral de cuyo alcance aún andan a palos en el Gobierno.