El gobierno pide amparo al PP. Porque a esta hora peligran los tres decretos en los que el ejecutivo sustenta su política económica. Los siete diputados de Puigdemont se niegan a respaldar las medidas si no se les aceptan, por ejemplo, sanciones para las empresas que se fueron de Cataluña tras el procés.
Una marcianada sí. De las muchas que van a exigir sabiéndose imprescindibles. Pero aún más delirante es que Sánchez pretenda que le salve del primer fiasco de la legislatura el partido al que quiere esconder detrás de un muro para impedir a toda costa que gobierne. Núñez Feijóo ha sido clarísimo en Onda Cero. No parece que el Gobierno se tome en serio al país. Nos ningunean y luego quieren que seamos el último recurso de salvación.
