Al partido socialista le crecen lo que ellos y Podemos consideran fascistas. Aquellos que no compran el mensaje oficial. Más de un centenar de personas vinculadas al PSOE y que en él han ejercido de ministros o de diputados firman un manifiesto en el que acusan a Pedro Sánchez de abaratar la malversación y suprimir la sedición con argumentario falso y sin que fuera compromiso electoral.
Le reprochan intentar romper el orden Constitucional. Porque ahora los golpes de Estado se dan con traje y corbata, nos ha dicho en Onda Cero otro político al que le colgarán la etiqueta de fascista, José María Mohedano, que inició trayectoria política en el Partido comunista y la terminó en el PSOE. Ha sido abogado de Griñán y como tal confiesa que hasta los condenados de los ERE se niegan a ser beneficiados dentro de una operación de socavamiento del Estado.
Pobre presidente. Deben pensar en Moncloa que hay días que uno siente que el mundo no entiende la bondad de sus pasos.
