El Gobierno defiende esta mañana en el Congreso el decreto de nueva normalidad para el que tiene amarrado el apoyo del PNV y el de Ciudadanos. El PP se ofrece a respaldarlo pero siempre que, como a los demás, les hagan alguna pequeña concesión, que es un precio bajo si el gobierno quiere hacer desaparecer la sensación de que tender la mano a Casado es simple postureo. Porque hablar es gratis pero luego vienen los hechos.
Por ejemplo, puedes decir a todas horas que nadie se queda atrás pero luego viene el FMI y te dice que eres el país de Europa que peor lo va a pasar o Cáritas y te da un baño de realidad y te dice que ha tenido que atender a un 57% más de ciudadanos y una de cada 4 nunca había recurrido a la Iglesia.