Puigdemont vuelve a estrujarnos gracias a las necesidades políticas de Pedro Sánchez. Consiguen la publicación de las balanzas fiscales y todos sabemos que es el aperitivo de otra sangría económica. La excusa para que Cataluña pida que se les compense por una supuesta deuda histórica que saldrá del bolsillo de todos los españoles.
Entregarles a los independentistas competencias en inmigración, es darles potestad para decidir quién vive o trabaja y quién no en Cataluña. Y de paso, se avanza en la expulsión de las fuerzas de seguridad de su territorio. Junts aprieta a Sánchez, de quien se chotea. Hoy le presenta en sus redes sociales en actitud genuflexa ante la portavoz de Junts Miriam Nogueras. La verdad es que con Sánchez tienen los independentistas tal chollo que para qué van a intentar otro procés en las calles que les pueda llevar a la cárcel. No hay necesidad. Ya se están aprovechando de un procés institucional.
