El Gobierno se mueve bien en el embrollo. Y por esa razón puede incluso que logre salvar la votación de la reforma laboral en dos semanas. Este es el sudoku... no tocar una coma del proyecto pactado con los agentes sociales para que no se descuelgue la patronal y seducir al mismo tiempo a Ciudadanos para que vote a favor.
Pero al mismo tiempo, prometer todo lo contrario a sindicatos y nacionalistas... es decir, que sí, que se va a tocar lo pactado... pero no ahora... dentro de unos meses. Así que nadie se fía... Nadie da su voto por seguro.
Conclusión para el ejecutivo: El PP debería hacernos el favor de votar para cargarse la reforma laboral que ellos mismos hicieron. Estamos ante el más burdo ejemplo de funanbulismo monclovita.