Un gatillazo. Así de gráfico ha sido Pepe Álvarez, el líder de UGT a la hora de definir, aquí en Onda Cero, con Alsina, las manifestaciones de este domingo pensadas primero contra el PP y que a última se retorcieron para exigir una agenda social al gobierno. Es una definición precisa esa del gatillazo.
Verán. En España hay dos millones de afiliados a UGT y CCOO y de ellos 226.000 son delegados sindicales en sus empresas. Pues ni ellos salieron a la calle. Entre Madrid, Barcelona y Valencia... 1.000 personas. Y sin embargo, Sánchez les convierte en comisionados de cosas tan relevantes para el país como entrevistarse con el prófugo Puigdemont.
El huido del que Álvarez tiene una gran opinión. Una pena, ha dicho el secretario de la UGT, que siga sin ser amnistiado.