Tres semanas después, el presidente del Gobierno se somete a una sesión de control. Preguntado por el niño de Canet, recomienda a la oposición que no inflame. Pero no se moja en si va a proteger a un menor de cinco años y una familia acosada.
Cuestionado por la subida histórica del precio de la luz, no sabe no contesta. Política de dónde vas, manzanas traigo para esquivar contestaciones a asuntos incómodos. Poco más de 10 minutos ha utilizado en sus tres respuestas parlamentarias. Y se ha ido muy deprisa a un acto institucional. Uno de los que, ahí si, suele emplear más de media hora para contarnos sin preguntas molestas sus logros institucionales.