Permítanme la ironía. Menuda angustia ha debido de pasar el presidente del Gobierno acorralado por cinco ciudadanos que en su cara han reflexionado sobre cambio climático, obesidad, igualdad de género, pensiones o situación de las empleadas de hogar.
Menos mal que el presidente se ha podido desquitar con un monólogo mitinero electoralista que ríete tú de 'Cinco horas con Mario', en el que ha reivindicado sus políticas y ha cargado contra los poderes económicos.
Sánchez ya ha sido condenado por utilizar electoralmente Moncloa, pero está claro que el coste-beneficio, le renta.