Votada y perdida la moción de censura como estaba previsto, pero hay otras derrotas asumidas. Pedro Sánchez acepta que no va a ganar las elecciones. Tan es así, que no ha tenido empacho en esta moción de censura en cederle su tiempo a Yolanda Díaz para que presentara su almibarada propuesta de felicidad nacional en una nueva utilización espúrea de las instituciones por parte del Gobierno. Pedro necesita a Yolanda porque la imagen del presidente está tan desgastada porque ha arrastrado tanto al Psoe que, solo si ella obtiene un resultado razonable, una coalición entre ambos garantizaría la supervivencia en Moncloa de sus actuales inquilinos.
Hoy, Ramón Tamames, les ha reprochado que hayan convertido la cámara en un foro mitinero a mayor gloria de sus partidos para las próximas elecciones de mayo. Sánchez ya ha tenido sus 48 horas de divertimento y ahora volvamos a la realidad. Dimite la directora general de la Guardia Civil, todavía no está claro si por el caso 'Berni', si por el caso 'Cuarteles' o por el desvío de los fondos públicos de la Junta de Andalucía cuando gobernaba el Psoe a la empresa de su marido.
