Semana horribilis para el Partido Socialista. Todavía tratando de asimilar los resultados en Galicia y les estalla un caso de corrupción que amenaza con salpicar a varios ministerios y gobiernos autonómicos.
Porque todos ellos habrían colaborado en una trama de cobro de comisiones por mascarillas en lo peor de la pandemia. Y lo habrían hecho de la mano de Koldo García, un exportero de discoteca convertido en el hombre para todo de José Luis Ábalos. Se lo recomendó Santos Cerdán por su buen hacer. Koldo, un hombre, que por ejemplo, gustaba de amenazar a los compañeros con amargarles la vida si no pasaban por el aro de su poder.
Hoy Gobierno y partido piden respeto para el trabajo de los jueces. Los mismos jueces a los que el PSOE cuestiona cuando no tragan, por ejemplo, con el borrado de los delitos del procés.