Los salvajes que este fin de semana han tratado de quemar vivo a un policía en Barcelona no son jóvenes que ven negro su futuro. Que de esos tenemos muchos en España y buscan construir su porvenir con muchas dificultades pero sin hacer daño a nadie.
Los energúmenos de Barcelona son delincuentes que aprovechan cualquier circunstancia para entretenerse arrasando todo lo que encuentran a su paso. Mayores y menores que han hecho de la ciudad su parque de atracciones incendiario con la connivencia de políticos que no condenan, que no actúan con contundencia o que cuestionan el trabajo policial