Una veintena de detenidos en el día de hoy certifican que los tentáculos que esta trama se extendían fuera de Andalucía y que habían hecho todo tipo de ingeniería financiera para cobrar a manos llenas de empresas públicas y privadas.
Al calor del gobierno de la Junta se gestó una cueva de ladrones que haría empalidecer al propio Alí Babá.