Alcaldes críticos 1, Gobierno 0. El ejecutivo de Pedro Sánchez presionado por la derrota parlamentaria de la pasada semana, decide ahora suspender la regla de gasto de los ayuntamientos para que puedan gastar el superavit. Quizá se podía haber empezado por aquí para evitar el ridículo en el Congreso de la pasada semana.
¿Por qué se arriesgaron? Porque el Gobierno sí pretendía quedarse con una parte del remanente. Pero la jugada les salió mal. Este ha sido un capítulo claro de la desesperación de un ejecutivo cuando la cadena económica se debilita y por ende, el empleo.
Trabajadores, públicos o por cuenta ajena a los que se congela o baja el salario. Otros de peor suerte, o han sido despedidos o están en ese limbo llamado ERTE que nadie sabe hasta cuando cobrarán. El Gobierno tiene alergia a la palabra recortes, ajustes, bajadas. Pero eso es exactamente hacia donde nos dirigimos.