Hoy es 11-M. Si fuera este un año normal estaríamos hablando de los 193 compatriotas que unas bombas en unos trenes nos arrebataron de forma inmisericorde y dolorosísima. O incluso de que justo hace un año, la OMS confirmó que estábamos en el inicio de una pandemia mundial que no ha terminado y que sigue siendo un calvario de víctimas sanitarias y económicas.
Pero no. No es ese el asunto de debate, comentario o reflexión. Negociaciones secretas mantenidas desde hace semanas entre el PSOE y Ciudadanos, con Sánchez y Arrimadas a la cabeza obligan a que hoy, arrastremos las consecuencias de la ruptura del tablero político producido ayer en España.