"El Gobierno aprueba el decreto de nueva normalidad para ordenar nuestra vida a partir del 22 de junio y evitar posibles rebrotes, que es justamente lo que se espera del ejecutivo. Que ponga todos los medios para proteger a la población que gobierna. Por eso, es más difícil de entender que tardaran tanto tiempo en trasladar a la opinión pública la gravedad de la situación cuando ya manejaban información confidencial. O por qué el ejecutivo no ha aplicado las recomendaciones de la OMS en el recuento de fallecidos y sigue sin proporcionar una explicación certera de por qué los números no cuadran. La nueva normalidad es mucho más que poner a trabajar a la fiscal general"-