Once países europeos han cerrado sus fronteras al Reino Unido mientras España prefiere esperar a que sea Bruselas la que dé la orden de cerrar.
La coordinación por encima de cualquier cosa. Aunque luego se deje a las comunidades autónomas tomar, a su libre albedrío, decisiones preventivas para cada territorio.
A día de hoy sabemos, por ejemplo, que si usted tiene un hijo que reside en el Reino Unido, afortunadamente, podrá cenar con él sin ningún problema porque no le pondrán pegas para volar a España. Pero si sus padres residen en Galicia y usted, por ejemplo, en Barcelona, los mayores, cenarán solos porque es peligroso reunirse.