Madrid | (Publicado 12.07.2019 14:06 )
Con el verano encima, la gente piensa en sus vacaciones, se aburre con la crónica política repetitiva y se indigna con la falta de avances.
No le extrañará a sus señorías haberse convertido en el segundo problema del país ni podrán quejarse del populismo cuyo caldo de cultivo han creado y siguen alimentando.
Ellos están contribuyendo a la aversión social a la política sin arremangarse para resolver sus problemas con el enorme peligro que eso supone.