Madrid |
Vamos a tener que seguir escuchando cómo se va dilapidando el enorme prestigio del que gozó el Rey emérito por ese poderoso caballero que es don dinero.
Vamos a tener que curtirnos en el desprecio a la libertad que sale de la boca de Pablo Iglesias acorralado por el escándalo Dina y con necesidad de palabras gruesas que le pongan en el escaparate dada la caída de voto a Podemos que se pronostica en País Vasco y Galicia.
Y vamos a tener que acomodarnos a las mascarillas porque el creciente número de rebrotes hace prever que una segunda oleada de coronavirus no nos la quita nadie.