Sanidad sigue investigando las razones del fallecimiento de 4 personas después de haberse puesto la segunda dosis de Astrazéneca (muertes de hace tiempo) y la relación que puede hacer con una quinta.
El Ministerio sabe hace días que, dados los incumplimientos de la compañía británica, es posible que no haya dosis suficientes del suero para todos los que ya han recibido la primera dosis.
Si comunicar el fallecimiento de estos pacientes tiene intenciones disuasorias para que los ciudadanos desistan de Astrazéneca y completen la pauta con Pfizer por escasez, están jugando con nuestra salud por espúreos intereses. Si lo que está detrás del anuncio es advertir, sinceramente, del riesgo que supone repetir con Astrazéneca no se entiende que ante tanta peligrosidad no hayan prohibido esa vacuna.
Por lo que también juegan con nuestra salud. Sea cual sea la motivación, Sanidad hace recaer sobre los ciudadanos su responsabilidad de velar por la salud pública. Y eso es, como mínimo, sonrojante e irresponsable.