Después de las vacaciones de verano veremos colas de clientes en los centros deportivos para dejar atrás los excesos del verano, tal y como ocurre todos los años en enero y septiembre.
"Mañana empiezo", es un mantra que repetimos todos porque mantener un índice de masa muscular saludable tiene múltiples beneficios. Pero los gimnasios no se nutren solo de aquellos abonados que buscan mantener el colesterol y proteger su bienestar cardiovascular. Lo que se persigue es conseguir cumplir con los estándares de belleza ensalzados por la industria de la moda, el arte, la publicidad y el cine.
Lo del culto al cuerpo y los modelos estéticos no es algo propio de la era contemporánea. En el Antiguo Egipto. en la Grecia clásica o en el Renacimiento, ya se ensalzaba lo que se creía que era bello, conceptos que han ido evolucionando por cuestiones culturales como el acceso a la alimentación pero que mantienen una constante: el cuerpo atlético en el caso de los hombres, ha sido siempre enaltecido, como signo de fortaleza y en el caso de las mujeres, la voluptuosidad que fue bella en un tiempo, se acercó a la anorexia con el auge de las top model. Porque el discurso de la vida saludable y de la belleza estética genera grandes complejos, en algunos casos, lejos de los parámetros saludables.
¿Qué ocurre cuando el deporte se convierte en una obsesión? ¿Qué papel juegan las redes sociales en la generación de sentimientos de insatisfacción? ¿Siguen la industria de la moda, la publicidad, o el audiovisual, imponiendo un patrón que penaliza a aquellos que no pueden cumplir ese canon de belleza? Lo analizamos de la mano de expertos como Magdalena Piñeiro, autora del libro "Diez gritos contra la gordofobia" y creadora de la plataforma Stop Gordofobia: "Esta sociedad genera autoestima bajas y genera gran insatisfacción personal y corporal a toda la población. Nos pasamos la vida odiando nuestro cuerpo en vez de vivir felices".
A su vez, Luisa García Alonso, profesora de la facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid ha incidido en que: "Las emociones influyen en la talla. Casi todos los trastornos de alimentación se abordan teniendo en cuenta que hay factores emocionales ligados a la ingesta".
Saludamos también a Carlos Fanjul, profesor de la Universidad Jaume I de Castellón y autor del libro "Vigorexia, una mirada desde la publicidad", quien ha explicado el significado de este término y ha sentenciado que: "Las redes sociales son una bomba. Vemos gente que posa hasta conseguir la imagen ideal. Las nuevas generaciones tienen una carencia de valores importantes y se matan por hacerse fotos y videos solo por conseguir followers. Deberíamos medir como reforzamos determinadas actitudes", ha denunciado.
¿Cómo se está comportando el mundo de la moda? Finalmente, charlamos con Sandra Sancho, creadora de "We stay different", una marca que hace bañadores para todo tipo de cuerpos.
