El vídeo se ha grabado en la casa de Kathleen Morok en la ciudad de Minesota, Estados Unidos. Y de manera inesperada, porque Kathleen lo único que hizo fue apartar unas cuantas peras para su cerdo HAMLET. Hamlet que es muy exquisito rehusó las peras por estar algo fermentadas y ahí es donde empezó la barra libre para estas dos ardillas.
Había hambre y ansia… el cubo de peras se rebajó en minutos. En el mismo poco tiempo la fermentación empezó a hacer efecto en las ardillas que se contoneaban, con los ojos muy abiertos, hasta un punto casi muerto, hasta que de pronto los espasmos de la dignidad. Ya saben el recomponerse bruscamente de los meneos involuntarios por la embriaguez.