Tony Garnett, un ciudadano británico, ha dejado a su mujer, Lorna, porque se ha enamorado de Sofiia, una refugiada ucraniana que la pareja había acogido. Al parecer, la relación entre Tony y Sofiia comenzó al poco de llegar esta a Inglaterra. La situación se tensó tanto que la refugiada le dijo a su anfitrión que tenía que elegir entre su mujer o ella. Tony lo tuvo claro: “Si Sofiia se va, me voy con ella”. Y se ha ido, dejando a su mujer, Lorna y a sus dos hijas, de 6 y 3 años. Una historia de amor de telenovela o película de tarde, como analiza en clave de cine Andrés Moraleda en Fuera de Guion de Por fin no es lunes.
En la serie ‘Years and Years’, una distopía estrenada en 2019, entre otras muchas cosas, había una invasión rusa de Ucrania y una posterior guerra con su crisis de refugiados. Uno de ellos, Viktor, acaba liado con uno de los protas de la serie (que es algo así como su responsable legal en el Reino Unido) que deja a su novio por el refugiado ucraniano. Es inquietante lo de esta serie que también predecía que una líder populista acabaría gobernando el Reino Unido, una guerra entre Estados Unidos y China, la independencia de Cataluña y un gobierno de extrema izquierda en España, y que los humanos podremos subir nuestra conciencia a una nube digital y convertirnos en datos. Algunas cosas parecen lejanas y otras no tanto, como este romance de película de tarde.
Porque lo de Tony Garnett y su rollo con la refugiada está en ‘Years and years’, pero también en el cine. ¿O no os acordáis de ‘La vida secreta de las palabras' de Isabel Coixet’? Esta es la versión intensa de la historia. En la película Tim Robbins hacía de un trabajador de una plataforma petrolífera que se recuperaba de un accidente y se enamoraba de Hanna, una refugiada que cuidaba de él. Y es que el amor es imprevisible y surge en las situaciones más insólitas. Con un refugiado o refugiada al que acoges o con un fotógrafo que te pide indicaciones para seguir su viaje, como en 'Los puentes de Madison'.
Y es que dicen las crónicas de los tabloides británicos que cuando Lorna, la mujer de Tony, se iba a dormir, él se quedaba con Sofiia viendo la televisión y hablando con ella. En esas charlas nocturnas surgió el amor. Y quizás una de las películas que vieron en esas veladas frente al televisor fue ‘Los puentes de Madison’.