En ‘La ballena (The Whale)’, de Darren Aronofsky, Brendan Fraser interpreta a un profesor de inglés con obesidad severa (provocada por un trauma personal) que intenta reconectar con su hija adolescente como redención. Una película que ha supuesto la reaparición del que fue una de las estrellas del cine familiar y de aventuras de los años 90 y principios de los 2000 y que fue olvidado por Hollywood tras una serie de traumas personales. En Por fin no es lunes, Andrés Moraleda analizar la vuelta a la primera plana de Brendan Fraser y otras historias de resurrección de actores y actrices.
Brendan Fraser fue una de las estrellas del cine familiar y de aventuras de los 90 y principios de los 2000. Protagonizó taquillazos como ‘George de la jungla’ (1997), ‘La momia’ (1999), ‘Al diablo con el diablo’ (2000), ‘Viaje al centro de la tierrra’ (2008)... Pero también películas de prestigio como ‘Dioses y monstruos’ (1998), ‘El americano impasible’ (2002) o ‘Crash’ (2004).
En 2003 Brendan Fraser vivió un episodio de abuso sexual por parte del entonces presidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, Philip Berk, que durante una fiesta de la asociación le “agarró la nalga y con uno de sus dedos me tocó el perineo”, contó Fraser 15 años después. Ahí el actor empezó a encadenar episodios de depresión que se vieron agravados por la muerte de su madre, enferma de cáncer, un divorcio y que su estrella se empezó a apagar. Eso sumió al actor en el olvido de Hollywood allá por 2010, tras fracasar con ‘Viaje al centro de la tierra’ y la tercera parte de ‘La momia’ en 2008. Ahí empezó a encadenar películas de poca monta, apariciones en series como “estrella invitada” (que viene a ser algo así como “estrella olvidada”) y empezó a ganar peso.
Ahora vuelve a primera plana con ‘La ballena’, por la que ha sido nominado a Mejor Actor en los Globos de Oro (que ganó Austin Butler por ‘Elvis’) y a los Oscar. Por cierto, en estos Oscar también hay otro renacido: Ke Huy Quan, el niño asiático de ‘Indiana Jones y el templo maldito’ y ‘Los Goonies’, nominado a Mejor Secundario por ‘Todo a la vez en todas partes’.
Otras historias de renacimientos a lo Bredan Fraser que gustan en Hollywood, pero no tanto a los premios
En ‘El luchador’ (2008), también de Darren Aronofsky, se recuperó para la causa a Mickey Rourke, que interpretaba a una vieja gloria de la lucha libre que intentaba redimirse con su hija. Un argumento casi paralelo al de un actor que fue una estrella y sex symbol de los 80 con películas como ‘Nueve semanas y media’ o ‘El corazón del ángel’. A principios de los 90 dejó la actuación para dedicarse al boxeo y se quedó desfigurado y 'sonado'. Hollywood le olvidó y hasta 2005 no volvió a protagonizar nada potente, con ‘Sin city’. Con ‘El luchador’ ganó el Globo de Oro, el BAFTA y estuvo nominado al Oscar (que ganó Sean Penn por ‘Mi nombre es Harvey Milk’), pero no aprovechó la resurrección y ha vuelto al cine de serie B.
No es el caso de Michael Keaton, el Batman de Tim Burton, que desapareció de la primera línea de Hollywood durante casi 20 años y que Alejandro González Iñárritu recuperó para la causa con ‘Birdman’. Keaton ganó en 2014 el Globo de Oro y fue nominado al Oscar por ‘Birdman’ (se lo llevó Eddie Redmayne por ‘La teoría del todo’) y rehízo su carrera. Después vinieron ‘Spotlight’, ‘El fundador’ y ha entrado con fuerza como villano del universo Marvel.
Michael Keaton es el espejo en el que debería mirarse Fraser, no en Rourke o en John Travolta, que pasó de estrella juvenil con ‘Grease’ (1978) y ‘Fiebre del sábado noche’ (1979) a joven estrellado en los años 80. Quentin Tarantino lo volvió a relanzar con ‘Pulp Fiction’ (1994), con la que fue candidato al Oscar (se lo llevó Tom Hanks por ‘Forrest Gump’).
Los renacidos del cine clásico
Marlon Brando fue una megaestrella de los años 50 con papeles míticos en ‘Viva Zapata’, ‘Julio César’, ‘La ley del silencio’ (con la que ganó el Oscar). Su carrera iba cuesta abajo y sin frenos en los 60 hasta que Francis Ford Coppola lo redimió con ‘El Padrino’ (1972), aunque la Paramount no lo quería ni en pintura.
Katharine Hepburn, pasó de estrella en los primeros años 30 a ser considerada en pocos años como ‘veneno para la taquilla’. En 1940 renació gracias a ‘Historias de Filadelfia’. Después vinieron sus películas con Spencer Tracy, ‘La reina de África’… En los 50 se reinventó como actriz de teatro y empezó a seleccionar cada vez más sus papeles en cine (‘Adivina quién viene a cenar esta noche’).
Pero quizás el caso de ‘redención’ estilo Hollywood más paradigmático es el de Gloria Swanson, estrella del cine mudo que fue olvidada en el paso al sonoro y que renació gracias a Billy Wilder en ‘El crepúsculo de los dioses’ (1950). Por cierto, Swanson fue nominada al Oscar a Mejor Actriz, pero no lo ganó (se lo llevó Judy Holliday por ‘Nacida ayer’). El Globo de Oro sí que lo ganó. Y es que a Hollywood le encantan las resurrecciones, pero no tanto a los académicos.