Boris Johnson ha anunciado que dimite como primer ministro del Reino Unido y como líder del Partido Conservador británico. Y es que tras el ‘Partygate’ a Johnson no han parado de crecerle los enanos. Finalmente, no ha sobrevivido a la oleada de dimisiones de ministros tras el escándalo de su responsable de disciplina parlamentaria, Chris Pincher, acusado de acoso sexual. Acusaciones que Johnson conocía. Aun así, parecía que el premier se resistía a dimitir, una vez más, pero ha terminado haciendo lo que su partido le venía reclamando. Aunque seguirá al frente del Gobierno de forma interina hasta que se elija a un nuevo líder. Este es el final de un político muy peculiar que Andrés Moraleda analiza en Fuera de Guion de Por fin no es lunes.
Y es que hace unos años, en 2006, cuando todavía era un novato en la política (ya en el partido conservador), se presentó ante un grupo de empresarios con un discurso en el que dijo: “Mi héroe político es el alcalde de ‘Tiburón’, porque el mantuvo abiertas las playas. Él rechazó, desdeñó y anuló todas esas estúpidas regulaciones sobre salud y seguridad y anunció que la gente debía nadar. Eso sí, acepto que a cuenta de ello el tiburón se comió a algunos niños. ¿Pero cuánto placer obtuvo la mayoría en esas playas gracias a la valentía del alcalde de 'Tiburón'?”. Y no mentía Boris Johnson con lo de ser como el alcalde de 'Tiburón'. Recordemos cuando comenzó la pandemia del coronavirus y la resistencia de Johnson a poner restricciones y cuarentenas. Hasta que le mordió el virus a él.