Hace 125 años se realizó la primera proyección de cine en España. Según distintas crónicas, fue el 13, el 14 o el 15 de mayo de 1896, pero en la placa conmemorativa situada en el número 34 de la madrileña Carrera de San Jerónimo, muy cerquita del Congreso de los Diputados, se puede leer que fue el 15 de mayo, fiesta de San Isidro, de 1896, cuando el cine se presentó en sociedad en España. Hacemos memoria cinematográfica con Andrés Moraleda en la Cápsula del Tiempo de Por fin no es lunes.
El invento de los hermanos Lumiere llegó a Madrid poco después de su presentación en París, que fue el 28 de diciembre de 1895. Los Lumiere enviaron a un embajador llamado Alexandre Promio, que era uno de sus operadores de cámara y que también fue la primera persona en rodar en España. El tal Promio se reunió con el embajador francés en Madrid, que le recomendó que alquilara un amplio local situado en los bajos del Hotel Rusia para esta demostración del cinematógrafo. Primero se presentó a la prensa, y después al público.
El precio de la entrada era de una peseta, que era bastante caro para la época, y para la duración del evento, que era de 15 minutos más o menos. Aun así, los madrileños y turistas abarrotaron la improvisada sala de proyecciones del Hotel Rusia durante el mes que estuvo en funcionamiento. La crítica también quedó entusiasmada con el invento de los Lumiere, y varias crónicas recogieron el asombro por aquellas primeras películas que se vieron en España.
Alfonso XIII, figura clave para el desarrollo del cine (porno) en España
Gente de toda condición pasó por el cinematógrafo de la Carrera de San Jerónimo, y se sentó en el patio de butacas de unas veinte filas de sillas que Alexandre Promio montó. Un espacio que tuvo que ampliarse para recibir, nada más y nada menos, que a la familia real con la Reina Regente María Cristina al frente. Uno de sus hijos, el futuro rey Alfonso XIII, se quedaría impresionado con aquella proyección en 1896, tanto, que fue una de las personas que más hizo por el cine en España, concretamente por el cine porno.
Durante su reinado se grabó en viajes, desfiles y juras de bandera y se hizo con películas de la época que todavía se conservan en la filmoteca nacional. Hasta llegó a montar un cine privado en el Palacio Real. Allí se aficionó a las películas subidas de tono que adquiría en el extranjero y veía en su salita de palacio. Pero pronto se aburrió de aquel cine porno de importación, y decidió que por qué no hacerlo a la española. Así que, dicho y hecho, le dijo al conde de Romanones que se pusiera en contacto con los hermanos Baños, que eran unos jóvenes catalanes que ya destacaban en la industria del cine mudo. Juntos, montaron una productora llamada Royal Films, con la que rodaron películas como ‘El confesor’, ‘Consultorio de señoras’ o ‘El ministro’.
Dicen las malas lenguas que detrás de aquellas películas estaba la mano del propio Alfonso XIII, que él proponía los argumentos, se encargaba del guion y que incluso hacía los castings. Esta afición por el cine porno le llegó 20 años después de aquella primera vez en una sala de cine, en el espectáculo de los Lumiere en la Carrera de San Jerónimo. Tenía 10 años por aquel entonces, así que dudo que ya estuviera pensando en hacer películas para adultos, pero seguro que sentado en aquella sala del Hotel Rusia hace 125 años, el Rey Alfonso XIII se quedó maravillado, como muchos españoles, por las posibilidades del cine para emocionar, para contar historias, y sí, también para despertar los instintos más básicos.