En Por Fin No Es Lunes nuestro colaborador más estiloso, Boris Izaguirre, nos cuenta que a finales de los setenta se bañaba en purpurina y desde entonces no ha dejado de brillar. Hoy ha venido a contarnos cómo ha vivido la inauguración de la ochenta edición de la Feria del Libro de Madrid con las restricciones por el coronavirus.
Boris Izaguirre expresa que hay una entrada y ''te van contando como en los autobuses de antes'', también ha querido destacar que gracias a esas restricciones en la Feria se siente ''un sosiego y una calma'' que, dice, faltaban en este evento. Nos revela también que siempre firma con estilográfica y que ''se volvió purpurina''.