Con borsalino color mandarina se ha presentado hoy en el estudio de 'Por fin no es lunes' hoy Boris Izaguirre, por primera vez físicamente desde su ingreso para someterse a una intervención quirúrgica por una obstrucción arterial.
Sobre su estancia en el hospital, ha comentado que el parte de su ingreso contenía su nombre completo, su DNI, y decía que estaba "hospitalizada". "Ni me acerqué a corregirlo", ha comentado, "porque me pareció maravilloso".
También ha reconocido Boris que, aunque su intención era no "mojarse siquiera los labios" hasta enero, ayer bebió champán. Al hilo de esta confesión, ha recordado que, para Ernesto de Hannover, "el champán no es alcohol". "Me lo dijo él", ha contado, "miraba la copa de champán como Drácula a Jonathan Harker, le ofrecí y me dijo que, aunque no podía beber alcohol, champán sí, porque el champán no es alcohol".
También ha opinado sobre la compra de Twitter por parte de Elon Musk: "Que cobre por cada tuit, es la única manera de acabar con esa fuente de odio".
Sobre el hecho de ser más transparente con los demás, una firme intención con la que salió del hospital, ha dicho: "Espero que sea una fase transitoria, a mí me ha ido muy bien filtrándolo todo". "Me ha ido muy bien ejercitando al máximo la hipocresía" ha sido otra de las frases que nos ha dejado el escritor y comunicador, que ha resumido: "Yo no miento... pero tampoco digo la verdad"