Un trabajador normal en España suele jubilarse a los 67 años, ahora organismos como la Unión Europea quieren retrasarla. Pero un deportista profesional suele pensar en retirarse a partir de los 30 años. José Luis Llorente comenta que: "el impacto es desgarrador desde el punto de vista psicológico porque tienes que dejar algo para lo que te has dedicado desde tu infancia".
Precisamente porque han dedicado la mayor parte de su vida al deporte, cuando les toca retirarse no tienen formación para incorporarse a otro sector del mercado laboral, advierte Mila Emazabel, directora de la Mutualidad de Deportistas. Por ello los deportistas tienen que ser previsores y pensar en un plan de pensiones que les permita ahorrar. Emazabel explica que en el plan de pensiones que ella preside los profesionales del deporte realizan aportaciones anuales que pueden empezar a cobrar un año después de retirarse.