El 29 de octubre de 1969, ingenieros de la Universidad de California consiguieron enviar el primer mensaje cifrado de la historia entre dos ordenadores.
Uno, estaba en ese campus, y otro en la Universidad de Stanford, en San Francisco, a unos 500 kilómetros de distancia. Para hacerlo, utilizaron un sistema de comunicación del departamento de Defensa de los Estados Unidos llamado ARPANET, que es algo así como el Internet de los militares previo al Internet que hoy conocemos.
Pero esta primera comunicación no fue muy exitosa. Enviaron una palabra, LOGIN (que viene a ser en español “identificación”). Pero llegó la mitad: LO, y el sistema se colgó. No fue hasta una hora más tarde cuando el mensaje completo se envió.
Estos fueron los primeros pasos que se siguió para llegar a donde estamos ahora pero el camino después de esto fue muy largo.
Porque en 1990 llegó la World Wide Web, la triple W, el primer cliente web, y en 1993 se permitió su uso comercial y apareció Mosaic, el primer navegador, la primera puerta a Internet del usuario de a pie.
Tuvimos la década de los 2000 para aprender a utilizar Internet. Pasamos del modem al router, del ADSL a la fibra y las redes móviles. En 2004 nació Facebook y la fiebre por las redes sociales, en 2005 se subió el primer vídeo a YouTube (02-11JC YOUTUBE), y de ahí el declive.