Un atajo empalabroso, tabutardado y voluntardista
Uno de esos para devolver las palabras a su estado original, al edén donde el mordisco nunca fue un pecado y el paraíso la capital.
No es lo mismo viejo que vejestorio, que cacho de pan que empanado, que alto que gordo o retaco. Que llevar gafas que ser un gafotas. En la virtud no está lo designado. Las palabras y su sentido descriptivo-peyorativo-despectivo.
¿Quién sube el IVO cada vez que se abre la boca? IVO, dícese del ‘impuesto sobre el valor obviado’ de que las palabras no son las culpables de su significado. Sin embargo, no desgravan la intención de las personas, entornos y sus voluntades así por los siglos de los siglos.
Padecemos la pandemia de las palabras despojadas. Como Harpo Marx, más valdría explicarse a través de una bocina que con los bocinazos a los que se someten las palabras por decir sin herir simplicidades.
Pobres palabras que sin fuelle resoplan hastiadas de no saberse, de no hacerse entender. La anhedonia palabrera es un hecho, también la aritmética de los adverbios según el Sabio. Háganse el favor y atajen por la vía del hieratismo con la cara pintada de blanco.
A cada atajo le sigue el camino largo: el de repensar. Escucha la reflexión de Ignacio Varela sobre las palabras tabú y, en especial, la palabra negro.
Los Atajos de Lobo son un ejercicio de agilidad verborrosa y a la vez una reverencia a la sabiduría en la que desembocan. La ferocidad de las palabras construyen el camino más corto jamás transitado por las ondas de Onda Cero.
Los atajos se cogen cada fin de semana en ‘Por Fin No Es Lunes’, con una cesta de ingenuidad a la que se le van añadiendo tarros de ironía, sarcasmo e interrogantes. Entre aullidos rápidos y audaces, Isabel Lobo te acerca sin distracciones al pensamiento crítico y abstracto, la fórmula de los ancestros del bosque para llegar al camino largo de la reflexión.
LA SABIDURÍA SIEMPRE DE GUARDIA EN ‘ POR FIN NO ES LUNES’
Los sabios de guardia, Ignacio Varela y Sabino Méndez, reflexionan sobre lo sucede en el mundo, dan la posibilidad de detener el tiempo un momento y hacer algo de autoconciencia en esta época donde los ritmos circadianos están dados la vuelta.
De tralarito en tralarito, se canturrean y deletrean algunas de las incógnitas que, más tarde, despejarán el camino hacia las conclusiones. ¿Cuáles? Las más inesperadas y audaces. Y háganse con una redecilla de abuela, va bien para retener lo que suena, pero no tratar de entenderlo todo a la primera.
Escúchalo siempre que quieras en ondacero.es , no te los pierdas en directo cada sábado y domingo a partir de las 08:40 de la mañana y quédate hasta la última palabra del sabio que suele coincidir con las señales horarias.