Un atajo... a mano rota, zurdigresco, califragilístico y despiadadoso. Uno de esos para en puño y letra deslizar la huella de identidad por donde ya no sabemos ni lo que sabemos ni quiénes somos.
C-A-L-I-G-R-A-F-Í-A. Caligrafía: arte de escribir con letra bella y correctamente formada, no lo que haces en tu nevera. ¿Arte de escribir con bella letra? Conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de una persona: tu punto en la "i" o las "emes" dadas la vuelta; escribir de cabo a rabo, de puño y letra, con las "as" redonditas, las "efes" y las "des" bien enrevesadas; escribir a mano, demente, de mente a palma ¿Para qué? Para plasmar pensamientos en casi todo, en donde sea: papel, azulejo, pared, banco, papelera. Piedra, papel o grafismo: ese es el kit. En Finlandia se ha plantear dejar la escritura tradicional para dar prioridad a la escritura imprenta y con ordenador. La una merma a la otra ¡Qué sinergia hay entre los pensamientos, Sabino! Y el ejercicio de escribir cada letra que compone nuestro pensamiento. Escribir o darle a la tecla, apuntar, anotar o enviar nota de voz, dictar, dejar al auto-corrector o al GPS girar hasta hacer el hipérbaton rodar. La pregunta es: ¿cómo será de importante escribir? Tengo una teoría y es la siguiente -¿por qué? Porque cuán alto, querido Sabino-: Lo que se escribe con el corazón sucede.
