El día de Año Nuevo es un día de cambios, aunque a veces es más voluntad que hechos. Con el cambio de año suele venir un cambio de actitud, o por lo menos un intento. También se pueden cambiar hábitos, propósitos e incluso rutinas. También es un día de entrada en vigor de cambios legislativos, y para cambio trascendental el que llegó justo hace 20 años. El 1 de enero de 2002 entraba en vigor el Euro. Andrés Moraleda recuerda aquello en la Cápsula del Tiempo de Por fin no es lunes.
Y es que el 1 de enero de 2002 entraba en vigor la nueva moneda única en España y otros 10 países de la Eurozona. Era la culminación de un proyecto, el de la monera única, que comenzó en 1995, en la cumbre de Madrid, donde se decidió la puesta en marcha de una moneda común para la Unión Europea y se la bautizó como Euro, pues hasta entonces la idea era que se llamara ECU, Unidad Monetaria Europea, que era la unidad de cuenta que se utilizaba en la Unión. Pero eso cambió con el Euro, que nació oficialmente en 1999.
El 1 de enero de 1999 el Euro entró en los mercados financieros y se puso en marcha el Eurosistema. A partir de entonces, el Banco Central Europeo marcaba la política monetaria de la Eurozona, pero no fue hasta 2002 cuando el cambio de moneda se hizo efectivo a pie de calle. No decíamos adiós a las pesetas, pues durante 6 meses convivieron ambas monedas, pero cambiábamos de chip y de inquilinos en la cartera, aunque para la mayoría aquello fue un lío.
La entrada en vigor del Euro: ¿Un cambio traumático?
Seguro que recuerdas las colas en los bancos para hacerse con los primeros euros y, sobre todo, el jaleo a la hora de comprar. Porque, aunque los precios se seguían rotulando en pesetas, estábamos todos con la neura del cambio, a ver si estaba bien hecho o no. La calculadora pequeñita o las tarjetitas que venían con tablas de cambio se convirtieron en nuestros mejores aliados durante los primeros pasos del Euro.
El estreno del Euro fue aparatoso, pero veníamos entrenándonos para ello. Y a pesar de todo, a pesar de lo relativamente poco traumático que fue aquel cambio de moneda casi de la noche a la mañana, echando la vista atrás hubo cosas que no se hicieron del todo bien. Los precios subieron oficialmente un 4% en 2002, aunque estudios independientes apuntaron entonces que la factura del carrito de la compra se incrementó en un 18%. Y todo esto a pesar de que nos prometieron que no habría redondeo.
20 años han pasado desde entonces. Desde que el Euro empezó a formar parte de nuestras vidas, para bien y para mal, redondeos al alza mediante. Y aunque hoy ya pensamos en euros, hace 20 años, nuestro pan de cada día era aquella cuenta mágica: 1 euro son 166,386 pesetas o 6 euros son mil pesetas.