Se ha hablado mucho de si Iván Redondo era el presidente en la sombra del Gobierno de Pedro Sánchez. Aunque visto lo visto con su salida del Gobierno y en la entrevista en 'Lo de Évole', esta teoría se tambalea un poco. Por eso, en la Cápsula del Tiempo de Por fin no es lunes, Andrés Moraleda recuerda algunos de los personajes históricos que llegaron a mandar más que sus propios líderes. Lo de los gobernantes en la sombra.
Es inevitable mencionar aquí a Grigori Ifamovich Rasputin, un místico siberiano que se llegó a ganar el favor de los Romanov, dicen, gracias a sus poderes curativos con el pequeño zarevich Aleksei Nikolaievich, enfermo de hemofilia. Dicen que, gracias a esto, se convirtió en íntimo del Zar Nicolás II y, dicen, que aun más intimo de la emperatriz Alejandra. Tanto poder ejercía sobre los últimos Romanov que en las calles de Rusia se decía que “el Zar reina, pero Rasputín gobierna”. Su gobierno (o desgobierno) dio paso a la Revolución Rusa.
Personajes como Rasputín, Manuel Godoy (valido del rey Carlos IV), o el Cardenal Richelieu (primer ministro del Rey Luis XIII de Francia), a pesar de ser gobernantes en la sombra de regímenes no democráticos, vienen muy bien para asentar el tema. Porque, como dicen de Iván Redondo, estos tipos llegaron a ser casi más poderosos que sus propios reyes siendo unos outsiders de la política por así decirlo.
De John Adams a Dick Cheney: Los presidentes en la sombra de Estados Unidos
Si hablamos de presidentes en la sombra, hay que hablar de los Estados Unidos de América. Su primer vicepresidente (de George Washington), John Adams, pronunció una famosa la famosa frase “no soy nada, pero puedo ser todo” para referirse a su cargo. Un papel aparentemente secundario, pero que en muchas ocasiones ha sido más importante que el propio presidente para la política de Norteamérica. Y no solo vicepresidentes.
De George C. Marshall (responsable del famoso plan Marshall), Churchill dijo que fue “el verdadero organizador de la victoria aliada” en la II Guerra Mundial. Marshall fue Jefe del Estado Mayor de Roosevelt durante la guerra, Secretario de Estado de Harry S. Truman, Secretario de Defensa y, finalmente, presidente de Cruz Roja Internacional. Henry Kissinger, Secretario de Estado de Richard Nixon y Gerald Ford, también fue uno de esos hombres poderosos a la sombra de sus presidentes. Este profesor de Ciencias Políticas llegó a afirmar que “había nacido para escribir la historia”. Y vaya si lo hizo. Los años 70 no se pueden entender sin la figura de este hombre que llegó a ganar el Premio Nobel de la Paz por poner fin a la Guerra de Vietnam, mientras derrocaba gobiernos en Latinoamérica con ayuda de la CIA.
Pero si hablamos de presidentes en la sombra, hay que hablar de un hombre llamado Dick Cheney. Había sido Jefe de Gabinete de la Casa Blanca con el presidente Gerald Ford y Secretario de Defensa con George H. W. Bush. Y le logró sacar a su hijo, George W. Bush, una vicepresidencia con más poder que el propio presidente. Y no lo digo yo, porque el propio George Bush padre llegó a decir que Cheney “construyó su propio imperio y su propia Secretaría de Estado que funcionaba en paralelo a la del presidente”. Y es que a Cheney le debemos, entre otras cosas: la hipervigilancia post 11-S, la llamada Guerra contra el Terror o la Guerra de Irak. Casi nada para un ‘vice’.
Los gobernantes en la sombra de nuestro tiempo
De Bush siempre se ha dicho que fue un presidente influenciable, más de dejar que gobernaran otros que de hacerlo él mismo. Por eso, lo de Steve Bannon como asesor de Donald Trump no puede compararse a lo de Cheney con Bush. Y es que el gurú de la ultraderecha a lo largo de todo el mundo ayudó a Trump a llegar al poder con sus discutibles tácticas, pero solo duró 7 meses como consejero presidencial por las presiones externas e internas. Incluso se llegó a decir que el propio presidente no andaba muy contento con Bannon después de que la revista Time le dedicada una portada y reportaje en la que lo retrataban como el verdadero poder en la sombra.
Es verdad que esto de ‘el poder en la sombra’ es muy yanqui. Quizás por eso Redondo alimentó a través de su entorno esa leyenda de presidente en la sombra. Porque después de ver la entrevista con Évole queda claro que el tipo es muy peliculero y que su visión de la política bebe mucho de series como ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’. Pero a pesar de lo hablado de Redondo aquí en España no hemos tenido un presidente en la sombra como los antes mencionados, aunque dicen las malas lenguas que ‘la Collares’, Carmen Polo, tenía tanto (o más) poder que cualquier ministro de Franco y que era “la dictadora del dictador”.