A punto de cumplirse dos meses de invasión rusa de Ucrania, seguimos mirando al este, a la guerra, con preocupación e incertidumbre. ¿Cuál será el próximo paso de Vladimir Putin? Un líder del que llevamos mucho tiempo hablando e intentando entender sus motivaciones y formas de actuar. Un líder que no se puede entender sin su predecesor, Boris Yeltsin, que falleció un día como el de hoy, 23 de abril, hace 15 años. En la Cápsula del Tiempo de Por fin no es lunes, Andrés Moraleda recuerda a Yeltsin y la Rusia antes de Putin.
Boris Yeltsin fallecía un 23 de abril de 2007, ya muy apartado y olvidado del poder que ejerció con sus luces y sus sombras durante 8 años en Rusia. Pero para entender a este personaje clave del final del siglo XX, hay que viajar un poco más atrás en el tiempo. En marzo de 1985 fallecía a los 73 Konsantín Chernenko, el último de los viejos líderes soviéticos. Un año antes, él mismo había sucedido en el cargo a otra vieja reliquia del Partido Comunista, Yuri Andropov. Quizás por eso, el nuevo líder de la Unión Soviética debía ser un hombre más joven, Mijaíl Gorbachov, que ascendió al poder cuando tenía 54 años. Con su ‘juventud’, también llegaron nuevas ideas a la Unión Soviética. Ideas aperturistas, en lo político y social (la perestroika), y en lo económico (la glásnost). Reformas que se palparon con el deshielo de las relaciones con Estados Unidos.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que las reformas de Gorbachov empezaron a verse con malos ojos por la cúpula del Partido Comunista. Y así, en agosto de 1991, estos dieron un golpe de estado contra Gorbachov, al que hicieron prisionero en Crimea. ¿Y quién deshizo todo aquel entuerto? Un tal Boris Yeltsin.
¿Quién era Boris Yeltsin y cómo llegó a ser el primer presidente de la Federación de Rusia?
Boris Yeltsin era un tipo que había escalado de forma meteórica en el Partido Comunista, del que se borró en 1990 para presentarse a las primeras elecciones presidenciales a la República Socialista Federativa Soviética de Rusia que se celebraron en junio de 1991. Las ganó, y ya como presidente de Rusia, desafió a los golpistas dando un recordado discurso subido a un tanque en Moscú
El golpe fue sofocado y aunque Gorbachov volvió a su cargo como presidente de la Unión Soviética, el verdadero líder era Yeltsin, que para finales de año ordenó tomar el control de los ministerios y declaró el Partido Comunista ilegal en Rusia, forzando así la disolución de la URSS el 25 de diciembre de 1991.
¿Cómo era Rusia antes de Putin?
Ya no había más Unión Soviética, sino una serie de repúblicas que un día formaron parte de ella. Y la más grande e importante, la Federación Rusa, estaba dirigida por Boris Yeltsin, que aplicó entonces una reforma radical para pasar de la economía planificada de la URSS al liberalismo más salvaje. Una situación que generó un caos total como recuerda en la Cápsula del Tiempo la periodista Olga Merino, que llegó a la corresponsalía de El Periódico de Cataluña en Moscú en 1993 y ahora recuerda sus 5 años allí en el libro 'Cinco inviernos', que acaba de publicar.
El "genocidio económico" que llegó a decir el vicepresidente de Yeltsin provocó una situación insostenible en la que el parlamento, de mayoría comunista, se oponía a todas las medidas de Yeltsin, y Yeltsin se oponía a todas las medidas del parlamento. La situación se fue caldeando en la política y en la calle hasta el punto de que, en octubre del 93, Yeltsin disolvió el parlamento, sacó los tanques y lo bombardeó.
El golpe al parlamento, a la Casa Blanca de Rusia, dejó cerca de 500 muertos. Pero a pesar de eso, y a pesar de la primera guerra de Chechenia que Yeltsin comenzó en 1994, el mandatario ruso fue reelegido en 1996. Pero ahí empezó su declive político y personal. Sus problemas de alcoholismo y salud provocaron que en 1999 dejara la presidencia a su, por entonces, primer ministro, Vladimir Putin.