En Por fin no es lunes, Eva García coge su Carretera Secundaria para llevarnos a Villanueva de Sigena, una localidad que durante muchos años escondió un tesoro histórico: la Capilla Sixtina del Románico Europeo. Ese lugar extraordinario acabó convertido en ruinas cuando un devastador incendio devoró sus cimientos.
En aquel escenario transcurre la historia de Juan Naya. Todo empezó en el año 2007 cuando este astrofísico, que trabajó en la NASA, entró en una librería de Barcelona y encontró un libro repleto de fotografías en blanco y negro que correspondían al Monasterio de Sigena. Aquellas imágenes fueron tomadas antes del comienzo de la Guerra Civil Española. De golpe, todas aquellas fotografías le trasladaron a su infancia y a sus recuerdos. A aquellos paseos que daba junto a su abuelo cuando iban a la huerta y a la vuelta, tras pasar al lado de aquellas ruinas, su abuelo le contaba la historia de aquel lugar. Curioso y preguntón, aquel niño trataba de descubrir todas las claves que escondía aquel misterioso lugar. Era entonces cuando preguntaba a su abuela qué había dentro de aquel monasterio. Su abuela, con nostalgia, recordaba lo impresionante y majestuosa que era la Sala Capitular del Monasterio y las pinturas que allí albergaban.
Una promesa a su abuela cumplida
Un día, a los 9 años, Juan Naya soñó que iba a reconstruir aquel extraordinario lugar. Al despertar, le prometió a su abuela que cuando fuera mayor restauraría la Sala Capitular del Monasterio de Sigena. Aquel niño creció. Estudió Física en Barcelona, se doctoró en Astrofísica en Francia y trabajó durante 3 años en la NASA. Más tarde, regresó a su país y hoy es consejero delegado de un importante laboratorio farmacéutico. Desarrolló una ascendente carrera, pero jamás se olvidó de aquella promesa infantil. Su pueblo, sus abuelos y aquel lugar siempre estuvieron en su memoria.
Alentado por los recuerdos, emprendió el mayor proyecto de su vida. Más de 10 años de estudio e investigación que le han llevado por todo el mundo y que le han puesto en contacto con los mejores historiadores, restauradores, artesanos y artistas digitales. Todos esos años de trabajo han culminado con el estreno de una película que recrea de forma virtual la Sala Capitular del Monasterio. Esa película es “El sueño de Sigena”, el sueño de Juan Naya. ¿Te apuntas a este viaje?