Hoy en Carretera Secundaria viajamos a Peralejos de las truchas, un pueblo de Guadalajara de apenas 150 habitantes que se ha convertido en la meca de Bruce Springsteen. Si hay un pueblo donde idolatren al Boss, ese es Peralejos. La admiración por el cantante se remonta al año 1981. Aquel año un joven estudiante volvía a su tierra para echar una mano a sus padres en el bar del pueblo. Venía cargado de vinilos, de discos de Bruce Springsteen, para amenizar las tardes de verano. Los pinchaba a todas horas. Una y otra vez. Sin ser consciente, de lo que eso supondría. Al final del verano, todos los vecinos eran fans del Boss y su música se había convertido en la banda sonora de sus vidas.
31 años después, en 2012 ocurrió un hecho que dio la vuelta a España. Fue en un concierto de Bruce Springsteen en el Santiago Bernabéu. Un grupo de vecinas del pueblo, que habían acudido al concierto y se encontraban en primera fila, llevaban una pancarta en la que escribieron “Peralejos”. La casualidad quiso que las cámaras enfocaran la pancarta, y el público empezara a corear “Peralejos". Al terminar el concierto, Bruce Springsteen preguntó a la organización que qué era eso que cantaba la gente. ¿Qué era Peralejos? Así surgió una relación inseparable del pueblo con el artista.
En 2014 el alcalde de Peralejos nombró al Boss Hijo Adoptivo del pueblo y un año más tarde se organizó la primera convención nacional de fans en España, que dio lugar al Festival "Greetings from Peralejos" que lleva celebrándose desde entonces. Se trata de un festival único en nuestro país. La adoración que siente Peralejos por el artista es tal, que se han hermanado con el pueblo natal de Bruce y además, por tercer año consecutivo,han presentado la candidatura del Boos al Premio Princesa de Asturias de las Artes. ¿Lo conseguirán en esta ocasión? En Por fin no es lunes hemos hablado con Timoteo Madrid, alcalde de Peralejos de las truchas, y Txema Fernández, director del Festival "Greetings from Peralejos".