Así han llegado a la conclusión de que el SARS-CoV-2 es capaz de sobrevivir en aerosoles durante un tiempo máximo de tres horas, hasta cuatro horas en el cobre, hasta 24 horas en el cartón y hasta dos o tres días en el plástico y el acero inoxidable.
¿Y en el caso de objetos tan cotidianos como el teléfono móvil? La investigación mantiene que podría sobrevivir 24 horas. Por lo que se recomienda limpiarlos con frecuencia para evitar que se conviertan en un foco de infección.
La clave: un smartphone acumula 10 veces más bacterias que la taza de un inodoro. Y, sobre todo, nueve de cada 10 contiene un microbio potencialmente propagador de alguna enfermedad. ¿El motivo? Estos dispositivos están en constante contacto con nuestras manos. De esta forma, por mucho que tengamos una higiene estricta, si seguidamente cogemos un móvil infectado, ésta no habrá servido de mucho.
Por lo que cada persona tiene la decisión en sus manos: puede sacarlo o no a la calle, pero en cualquier caso siempre habrá que desinfectarlo.