Son personas más valientes que uno mismo y que se juegan la piel por algo que no es ni suyo ni de nadie porque ya estaba aquí antes de que nosotros llegásemos. Son los bomberos, los brigadistas, los guardia civiles, los profesionales de protección civil, todos los servidores públicos que le están plantando cara al fuego mientras otros colectivos aún niegan que el cambio climático existe.
Además de mejorar en la lucha contra el fuego a través de una mejor gestión de los recursos disponibles, Pombo pide una reflexión: examinar lo que ha pasado cuando todo ha terminado y detectar con precisión dónde están los puntos de mejora.
"Pero lo mejor y lo que nos tiene tan cansados y hartos, es que hay unas personas que están luchando como héroes sin ser superhéroes y sin tener el salario que merecen. Lo fueron antes los médicos y todo el personal sanitario. Primero les aplaudimos y luego les olvidamos. Ahora es el turno de los bomberos. En realidad, todos los servidores públicos merecen nuestro agradecimiento y, como mínimo, unas condiciones laborales un poco que mejor que dignas. No sólo porque están salvando vidas. También porque están cuidando, velando y salvando lo mejor del ser humano", concluye.