Moncloa está apretando el acelerador para dejar debajo del árbol de navidad todo el paquete que han pedido los independentistas. Los indultos, la reforma de sedición y, por si fuera poco, los indultos en el Tribunal Constitucional.
Conviene recordar que fe la justicia y también la corona que nos salvó en el primer golpe de los nacionalistas.
Su apuesta para el 1 de enero es que el electorado lo olvidará todo antes de que las urnas lleguen. Esto le está generando un desgaste electoral, por eso Moncloa va a lanzar políticas sociales a discreción. Estemos atentos a ello porque las medidas para combatir la inflación caducan el 31 de diciembre y se van a renovar.
Veremos qué ocurre con los 20 céntimos de la gasolina, eso prorrogará la rebaja del IVA de la luz y del gas. Eso no debería plantar problemas pero veremos novedades respecto a la vivienda con los alquileres y las hipotecas, y a la cesta de la compra con la llegada de la Navidad. Podemos buscar un cheque de 200 euros, la vía populista, y podría proponerse un impuesto extraordinario a las grandes cadenas de distribución alimentaria, esto ya existe en Portugal. Por fuera de esto podría retocarse la ley del solo 'sí es sí'.
En conclusión, el Gobierno está utilizando la dificultad de la gente para aplicar medidas populistas y tardías mientras provoca la anemia en nuestro sistema constitucional.