Queda y queda partitura de la corrupción. Lo del Tito Berni irá llegándonos como las cerezas, cada vez que tiras de una cereza vienen más y todas llegan podridas. De momento nos hemos quedado en las manos con el racimo del caso en la Benemérita. Y más que llegarán.
El caso Mediador no desaparecerá de los titulares, se nos hará duro pero no violento. Habrá tirones, y fuertes, por la resaca de la votación de la ley del sólo sí es sí. La coalición del gobierno no se divorciará a corto plazo porque no puede, pero ya está en separación.