Hoy estamos todos llamados a votar en nuestros colegios electorales, aunque, en muchas ocasiones, realizamos el gesto de introducir la papeleta en la urna sin saber exactamente de donde surge este proceso. Para esclarecernos esta cuestión, y enseñarnos más sobre la democracia, Isabel Lobo contará con la ayuda de Noelia Gómez y de Gonzalo Bravo Castañeda, catedrático emérito de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid.
Las elecciones que se han desarrollado a lo largo de la historia han contado con los más variopintos objetos y métodos para votar: la máquina de votar Chartist se inventó en Inglaterra en el silgo XIX, y establecía unsistema de conteo mediante la introducción de pelotas de bronce. Además de otros sistemas con fichas (psefógrafo) o diales, se inventó un sistema con el que se podía expresar la voluntad popular mediante la pulsación de palancas.
¿Y qué pasa con el sistema de votación electrónica? Es posible introducir los votos a través de tarjetas encriptadas o, bien, interactuando directamente con la pantalla táctil: sin embargo, en España no se implementa por el recelo y la falta de confianza que existen en torno a la tecnología y a la falta de presencialidad.